Impacta entrevistó a Alvaro Henzler, economista, cofundador de Enseña Perú y presidente ejecutivo de la Asociación Civil Transparencia. Conozcamos su pasión por la construcción de un país más equitativo a través de una mejor educación pública y el fortalecimiento de la democracia.
- ¿Cómo devolvemos a los y las jóvenes la confianza en la política e instituciones públicas?
Sin duda es importante hacer un llamado a las y los jóvenes desanimados, a que no aumente su desesperanza y, por el contrario, a fortalecer su sentido de urgencia por transformar el estado de las cosas. También es importante considerar que cuando el sistema está debilitado, hay más espacios y oportunidades para servir. Entonces, uno tiene que preguntarse cuál es el lugar desde donde puede servir hoy. Precisamente, el liderazgo y el carácter de una persona se fortalece cuando enfrenta situaciones difíciles.
Ahora bien, si uno tuviera que elegir qué es lo que hay que transformar en el Perú, yo diría el Estado, aquel que es disfuncional, burocrático y centralista. Ahí hay un trabajo de maquinaria pesada por hacer. Por ello, se requiere de funcionarios y funcionarias que tengan las capacidades necesarias para transformar nuestro sistema. La transformación es un proceso y no requiere de un caudillo, sino de funcionarios y funcionarias que trabajen en el sector público y ayuden a transformar el sistema estatal.
2. ¿Por qué es importante que los jóvenes defiendan la democracia y qué impacto tiene esto en el funcionamiento del sector público?
Muchas veces nos enfocamos sólo en las elecciones, pero la democracia no se limita a este evento. Para defenderla es importante que haya una ciudadanía que quiera hacer política y mantenga un rol de vigilancia activa respecto de las autoridades elegidas.
Si queremos que funcione un Estado tenemos que garantizar que haya Estado de Derecho, instituciones independientes y asegurar elecciones limpias. El fortalecimiento de la democracia es una maratón que nos tomará 5, 10 o 15 años. Pero si no nos comprometemos a ser más que profesionales, es decir, también ciudadanos y ciudadanas responsables, no podremos garantizar la sostenibilidad de nuestro país. Es más, nuestra democracia se debilitará y daremos espacio a los totalitarismos, la falta de excelencia y meritocracia. Sin contar a la corrupción e impunidad.
3. ¿Cuáles son los tres valores principales que consideras debe tener una o un servidor público?
El primero es tener resiliencia. Es decir, ser perseverante y pasión por los compromisos de largo plazo porque en ocasiones el resultado del esfuerzo se manifiesta luego de varios años. Lo segundo es la integridad. Nuestros niveles de integridad y de ética tienen que estar por los cielos y nuestros niveles de tolerancia a la corrupción tienen que estar bajo suelo. Lo tercero es nunca perder de vista que tu propósito es servir a la ciudadanía.
4. ¿Qué le recomendarías a los y las jóvenes que están interesados por ingresar al sector público?
Primero hay que servir a la patria desde donde uno esté y si nos vamos del país que sea por un periodo de tiempo para regresar más fortalecidos. Segundo, si tienen una vocación por el servicio público y social, es clave esforzarse para entrar a algún lugar a aprender y servir. Tercero, aunque encuentren situaciones desafiantes, como la corrupción, es importante no dejarse desanimar. Al contrario, ver estas experiencias como oportunidades para fortalecer nuestras convicciones y que éstas se conviertan en un faro de luz en medio de la oscuridad. Y finalmente, que anime a otros.
El Perú no se cambia con una persona, una o un buen presidente ni un gabinete. El Perú se transformará en la medida que una masa crítica de peruanos y peruanas ingrese a la gestión pública o la política y eso requiere de muchas voluntades. No requerimos héroes ni heroínas, sino ciudadanos y ciudadanas de carne y hueso con la convicción de que es posible construir un país diferente.
5. ¿Cuál es la principal lección que has aprendido en tu trabajo a favor del desarrollo del país?
He aprendido que sólo un o una líder, aunque sea bien intencionado/a inteligente o talentoso/a, es insuficiente para un proceso de transformación. Solamente los colectivos, las comunidades, los equipos diversos y complementarios con visiones claras y resiliencia para avanzar pueden generar cambios significativos.
6. ¿Cuál es la motivación de Enseña Perú y cuál ha sido su impacto en la formación de niños, niñas y adolescentes?
Antes de iniciar Enseña Perú nos preguntamos ¿Cómo inyectamos al sector educativo de talento nuevo que tenga la vocación de servicio social para generar un impacto y liderazgo en esos espacios? Hace 14 años comenzamos con 25 jóvenes en el Callao y ahora el programa tiene miles de maestros, maestras y jóvenes. Además, cuenta con cuatro programas y tiene presencia en dos terceras partes del país. Hay evidencia de que los estudiantes y profesores que pasan por Enseña Perú presentan cambios significativos en sus aprendizajes, comportamientos y conductas. Aunque no tengo labor ejecutiva ni directiva, soy parte del directorio y estoy contento de ser un elemento fundacional en esa historia y ver que sí es posible construir instituciones que trascienden a las personas y trabajan por un propósito más grande.
7. ¿Cuáles han sido los desafíos al coordinar con entidades como el Ministerio de Educación (MINEDU) y gobiernos regionales y locales?
El reto era buscar la confianza en la red. No queríamos crear una isla que esté desvinculada del sistema educativo. Buscábamos ser parte de la comunidad educativa y para ello teníamos que conversar con el MINEDU, las direcciones regionales, las Unidades de Gestión Educativa y los y las profesoras y sus sindicatos.
Los primeros años fueron difíciles pues había una desconfianza en relación con la propuesta de Enseña Perú. Desde el día uno consideramos que tan importante como lograr los resultados era construir relaciones sólidas y de confianza con las instituciones y personas relacionadas.
Las conversaciones genuinas, abiertas, humildes y con el foco en la necesidad de generar resultados que sean beneficios para todos siempre permiten crear espacios para avanzar en la educación del Perú.
8. ¿Cuáles son los planes a futuro que tienen como organización ? Y a partir de lo que han podido aprender, ¿cuál es el rol de la juventud peruana para promover una educación de calidad?
Cuando Enseña Perú comenzó nos enfocamos en las aulas. Pusimos a profesionales talentosos en las clases para que, en un programa de dos años, los y las estudiantes aumenten significativamente sus competencias y habilidades blandas. Con los años hemos ido aumentando elementos a nuestra propuesta y lo que queremos crear son sistemas educativos territoriales de excelencia. En estos doce años hemos podido demostrar que una intervención de Enseña Perú aumenta el aprendizaje y la calidad educativa de manera significativa [1].
Nuestra siguiente apuesta es que en los próximos 20 años nos extendamos a 15 o 30 territorios y podamos llegar al 10%-15% de toda la población rural más vulnerable. Queremos mostrar a los y las estudiantes de estas áreas que existen otras trayectorias de vida y que es posible lograr los cambios que queremos.
Sin embargo, en los últimos años hemos perdido el sentido de urgencia tanto en la agenda educativa como en el avance de las reformas. Un mensaje para los y las jóvenes es que postulen a Enseña Perú o programas similares porque no existe un futuro en nuestro país si el crecimiento económico no viene acompañado de instituciones sólidas, democracias saludables y una educación de calidad.
¡Gracias por permitirnos conocer tu experiencia y aprendizajes para el desarrollo del Perú, Alvaro!
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[1] Pablo Lavado y Renzo Guzmán, Evaluación de Impacto de Enseña Perú, Universidad del Pacífico, Octubre, 2020. El impacto promedio de la intervención en Enseña Perú es igual a 0.345 desviaciones estándar en comprensión de lectura y razonamiento matemático.