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Escrito por: Diana Milagros Puma Salvatierra, miembro de la Red Joven de Impacta

A pesar de los esfuerzos desplegados por el Estado peruano para superar diversas barreras, persisten  notables brechas de desigualdad en la sociedad. En este contexto, el voluntariado ha surgido como una alternativa significativa para afrontar estos desafíos, evidenciando la buena disposición del ser humano para  ayudar a otros, especialmente en tiempos de crisis y conflictos. En el Perú, este fenómeno adquirió mayor relevancia con el surgimiento del terrorismo, lo que llevó a la consolidación del «tercer sector» o las organizaciones sin fines de lucro.

En este contexto,  los miembros del voluntariado juvenil han manifestado un creciente interés en abordar la lucha contra la pobreza y brindar apoyo al desarrollo local. Como respuesta a esta inquietud, han decidido unirse y crear espacios de organización de voluntariado. Según lo estipulado en la Directiva DI-002-01-Minedu aprobado por Resolución Ministerial 167-2019-Minedu, las organizaciones de voluntariado se definen como «grupos de jóvenes que se organizan para alcanzar un fin común desarrollando una actividad conjunta, estén o no estén en un registro público»1.  Asimismo, es esencial destacar que el voluntariado se fundamenta en la solidaridad social2.

¿Cuál es el  impacto que tiene el voluntariado? Para los voluntarios, la solidaridad social puede traducirse en un sentido de pertenencia y conexión con su comunidad. Además, experimentan una  gran satisfacción al ser agentes de cambio y colaborar en la mejora del bienestar de los demás. Estas aplicaciones prácticas de la vida social reflejan cómo el voluntariado puede influir positivamente en la sociedad, alentando la colaboración, la empatía y el compromiso hacia los demás. 

Es fundamental reconocer la importancia de estos grupos de voluntarios, ya que su compromiso y dedicación pueden generar un impacto significativo en la lucha contra la pobreza y en el desarrollo local. Al unirse y organizarse, estos jóvenes demuestran su deseo de marcar una diferencia positiva en sus comunidades y, al mismo tiempo, abogar por un cambio social más amplio.

Las organizaciones de voluntariado cuentan como uno de sus actores principales a los jóvenes estudiantes universitarios, quienes se relacionan en espacios de organizaciones de voluntariado por temas de solidaridad, y sin buscar una recompensa económica, al considerarlas más emocionales y trascendentes. 

Por ejemplo, en la provincia de Arequipa, la participación en organizaciones de voluntariado está en aumento, especialmente entre los jóvenes. De hecho, actualmente  existen alrededor de 112 organizaciones con diferentes áreas de trabajo siendo el área social, ambiental, cultural, educativa, deportiva, turística entre otros. Particularmente, la provincia de Arequipa cuenta con una subgerencia orientada al apoyo de estas organizaciones, y a nivel distrital la única que cuenta con una área de juventudes es la del distrito de Cerro Colorado. 

En conclusión, se puede señalar que los espacios de organización de voluntariado creados por el Voluntariado Juvenil constituyen una poderosa iniciativa para abordar la lucha contra la pobreza y promover el desarrollo local. Estos grupos reflejan la valiosa contribución de los jóvenes en la construcción de un futuro más próspero y solidario para el país. Aunque las organizaciones de voluntariado tienen buenas intenciones, es importante reconocer las limitaciones que pueden enfrentar y trabajar en fortalecer su estructura, clarificar objetivos y potenciar la colaboración para lograr un mayor impacto en la lucha contra la desigualdad e incrementar los niveles de bienestar de las comunidades. La comprensión de las características organizativas y la promoción de buenas prácticas serán fundamentales para que estas iniciativas de voluntariado sean sostenibles y efectivas en el logro de sus metas solidarias. 

  1. MINEDU (2019). Directiva DI-002-01-Minedu. Perú. Recuperado de: https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/347558/RSG_N__167-2019-MINEDU.pdf?v=1564157137 La directiva  dispone la acreditación y certificación de organizaciones juveniles e instituciones públicas y privadas que realizan trabajos en materia de juventud, así como su incorporación en el registro nacional de organizaciones juveniles.  ↩︎
  2. Mota & Sandoval (2011). Acción social solidaria, confianza y diversidad cultural en América Latina. CLACSO, Buenos Aires. Recuperado de: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/clacso-crop/20120328115510/2.Accion_mota_forero.pdf↩︎